Ciudad Bolívar fue
una de las primeras capitales venezolanas que dispuso de acueducto. El agua era
bombeada con máquinas de vapor desde el Orinoco a un depósito en la cumbre del
peñón angostureño, de donde bajaba por gravedad a domicilio.
Para
1884 Ciudad Bolívar, la capital angostureña, continuaba siendo sólo una colina
de 40 metros recostada a la derecha del Orinoco con una población de 12.500
habitantes que carecía de los servicios públicos fundamentales, no obstante la
importancia urbana de su comercio y edificaciones de mampostería, con azoteas y
grandes ventanales.
El servicio de agua, el más importante, lo
cubrían los aguadores a través de mulos y burras que subían a domicilio con su
carga de agua desde los manantiales cercanos, entre ellos el de Las Tinas.
Pero ese
año de 1884 los bolivarenses experimentaron un cambio con la novedad del
acueducto, el cual había comenzado a ser una realidad desde 1881 que la Municipalidad,
presidida por don Hilario Machado, acordó la ejecución de la obra, entonces
presupuestada en 160 mil bolívares y para cuyo efecto había designado una Junta
de Acueducto, presidida por Miguel Aristeguieta.
Entre
tanto se había decidido la ejecución del proyecto del nuevo Acueducto, el cual
vino a hacerse realidad en 1943 en manos de la contratista Raymond Pile Concrete Co. En junio se probó la bomba de la Estación principal
situada en La Toma. De
aquí se bombeaba el agua hasta el estanque del cerro El Vigía, de donde era
rebombeada a la Caja
de Agua, frente al Capitolio.
En
1945 el Acueducto pasó a ser administrado directamente por el Instituto
Nacional de Obras Sanitarias y así se mantuvo hasta fines de la década del
ochenta cuando fue absorbido por la
CVG.
Mientras
estuvo bajo la administración del INOS, sus instalaciones fueron mejoradas e
incrementada su capacidad hasta 650 litros por segundo con una Planta de
Tratamiento construida en Perro Seco y desde la cual se bombeaba el agua a los sectores: Centro-Este, Vista
Hermosa, La Sabanita
y El Perú. Esta planta se alimenta desde la Torre Toma y Dos
Balsas, aguas arriba de las bocas del San Rafael.
Como
para 1980 la población de Ciudad Bolívar había aumentado considerablemente,
hubo que construir una segunda Planta de Tratamiento con capacidad de 600
litros por segundo. Para ello se buscó otra fuente que no fuera el Orinoco
debido a la creciente contaminación del río. Se construyó en el lago de la Represa de Guri. Desde
ella y a través de sus 77 kilómetros de tubería de 54 pulgadas, las aguas por
gravedad llegan a Ciudad Bolívar por el lado noreste, en terrenos de la V División de Selva, de
donde se surten los sectores de Vista Hermosa, La Sabanita, El Perú, Agua
Salada y otros sectores que hasta
entonces constituían una carga insoportable para el viejo acueducto de Ciudad
Bolívar que ahora quedaba limitado al Casco Histórico y Este de la ciudad.
Ambas plantas administradas directamente por la CVG hasta
hace poco que pasó a manos de Hidrobolivar, pero con muchas fallas traducidas
en constantes interrupciones que suelen cesar con una líquida sorpresa turbia.
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