¿Casa de los Wantzelius? Así le dicen no
sabemos desde cuando. Tal vez desde 1914 cuando la compró el comerciante George
Wantzelius, pues antes, mucho antes, en 1851 la casa había sido construida por Adolph
Henrich Wappaus, hijo del armador George H. Wappaus, segundo naviero de
importancia en Hamburgo, metrópoli del comercio alemán desde la creación en el
siglo XIII de la liga Hanseática.
Georg
Wantzelius, de origen checo, de los que emigraron al norte de Alemania, llegó
muy joven, 1898, a Ciudad Bolívar.
Su
padre era Cónsul de Hamburgo en San Thomas, pero Georg Wantzelius nació en
Alemania y allá creció y estudió hasta los diez años que su padrino H. Blohm lo
entusiasmó para que se viniera a Ciudad Bolívar.
Georg
había sido campeón juvenil de tenis en Alemania y en Ciudad Bolívar no dejó de
practicarlo. Aquí entusiasmó a paisanos suyos y Ciudad Bolívar tuvo su cancha
de tenis y unos cuantos raqueteros hijos de la gente adinerada de la capital.
Para
1914 cuando compra a Paschen la casa que hoy identifican con su nombre, G.
Wantzelius tendría unos 36 años de edad. Era la época del Dictador Juan Vicente
Gómez y gobernaba en el Estado Bolívar el General Marcelino Torres García, uno
de los gobernadores que más hicieron obras de mejoramiento urbano para la
ciudad. Para entonces la calle Libertad fue mejorada y se acrecentó el valor
del inmueble.
Georg
Wantzelius vivió allí con su familia
hasta 1937 que la casa fue vendida para residencia del Presidente del Estado
que entonces era el doctor José Benigno Rendón, pero éste nunca vivió allí
porque al año siguiente cuando pensaba mudarse, fue sustituido por el doctor
Ovidio Pérez Agreda, quien decidió destinar el inmueble para sede de la
prefectura. Allí también funcionaron el Consejo Municipal, la Banda Dalla Costa y
finalmente la
Asociación Venezolana de Periodistas hasta 1965 cuando la
casa acusaba un peligroso deterioro.
Finalizando
los años sesenta, la casa de los Wantzelius parecía tocar fin. Su progresivo
deterioro, de acuerdo con el entonces presidente municipal, constituía un
peligro público y ordenó la demolición. Alertada, la directiva Avepista realizó
una campaña de prensa y radio que evitó la demolición, pero posteriormente,
manos ocultas, buscando se desplomara espontáneamente, le sustrajeron vigas,
puertas y rejas, pero aun así los centenarios muros amalgamados de piedra y
barro, resistieron hasta que el General Betancourt Infante, Jefe del Estado
Mayor de la V División de
Selva y Presidente de la Sociedad
Bolivariana del Estado Bolívar, hizo una campaña de prensa
dirigida a sensibilizar a Mindur y Concejo Municipal para rescatar el inmueble
y darle un uso socio cultural. En tal
sentido, el Concejo Municipal acordó ceder la Casa para sede de la Sociedad Bolivariana
y del Cronista de la ciudad.
Por
su parte, el Ministerio de Desarrollo
Urbano comisionó a la arquitecta Elisa Rodríguez Landaeta para que salvara y
restaurara el edificio que debido a la
extracción de las vigas había sufrido una inclinación de su fachada.
En1985 cuando
surgió todo un movimiento a favor de la revitalización y protección del Casco
Histórico, comenzó el proceso de
salvación y restauración y una vez restaurada la Casa Wantzelius, el Gobierno
Regional haciendo caso omiso de lo previamente acordado por la municipalidad,
se adueño de la Casa
y fijó allí la Dirección
de Educación del Estado.
Quienes
trabajaron ardorosamente para recuperar el inmueble, la Sociedad Bolivariana
que después comenzó a presidir la profesora Carmen Padilla y el Cronista de la
ciudad, quedaron sin sede.
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