En función del proceso de revitalización
integral del Casco Histórico la coordinación del equipo multidisciplinario,
integrado por arquitectos, urbanista, sociólogo e historiador, acordó recuperar la Plaza Farreras (en la foto)
deformada en la actualidad como una asociación de islotes desarraigados uno del
otro. Estos islotes que ahora vemos
llenos de buhoneros y lavadores de carros, debían integrarse estéticamente en un
espacio monumental como corresponde al concepto ideal de plaza. Pero ¿qué ha ocurrido que ningún gobierno ha
querido recuperar la plaza sino absurdamente complaciente con el estado actual.
Es
realmente incomprensible y no sabemos a qué atribuirle esa indiferencia y falta
de interés a sabiendas de que le Plaza Farreras fue erigida hace cien años, lo
que de por si la hace histórica aparte de que fue erigida a la memoria de un
bolivarense, esclavo por negro de origen pero que fue saldado de la guerra de
independencia y que acompañó al ejercito libertador desde Guayana hasta la
campaña del Sur.
La Plaza Ascensión
Farreras, fue decretada por el Presidente del Estado, General Francisco Linares
Alcántara, el 30 de septiembre de 1908, para ser construida en un ángulo de la
calle Piar con Bolívar. Pero no pudo
llevar a cabo su decreto por haberlo llamado Juan Vicente Gómez para colocarlo
en el Ministerio de Relaciones Interiores.
Tocó al sucesor, General Arístides Tellería terminar de ejecutar la obra de acuerdo con
el plano propuesto por el ingeniero Abraham Tirado, el mismo que promovió la
creación de la
Electricidad de Ciudad Bolívar y para lo cual destinó
4.033,75 bolívares.
Fue ejecutada con cemento romano en
sus aceras, piso de ladrillos y en el
centro una fuente de agua, pero como el lugar era anegadizo hubo que rellenarlo
y explanarlo con 3 mil carros de tierra, levantada medio metro sobre el nivel
de la calle. Fue inaugurada el 5 de
julio de 1911, dentro del programa conmemorativo de los cien años de la Independencia. Pero por nada el pueblo la
llamaba Plaza Farreras sino Plaza del Abanico por la forma que tenía.
La descomunal crecida del Orinoco en
agosto del 43 la afectó seriamente y
desde entonces puede decirse que comenzó su desgracia, agravada cuando el
Gobernador Pablo Gamboa Rivero decidió pasarle tractor para despejar el sitio y
convertirlo en lo que es hoy, un estacionamiento, lavadero de automóviles y
playa de buhoneros.
Frente a la Plaza Farreras, el
Presidente del Estado, Marcelino Torres García, dispuso la creación de un
Parque en homenaje al prócer Santiago Mariño, desaparecido también, al menos de
nombre, para darle paso más tarde al
moderno Parque Raúl y Menca Leoni, llamado también “Parque de los enamorados” porque allí,
tendidas sobre el césped solían a cualquier hora retozar las parejas.
Para resarcir la afrenta al prócer
militar, el Ministerio de la
Defensa bautizó a la artillería emplazada en predios de la Presa Hidroeléctrica
de Guri con el nombre de este antiguo esclavo de una familia angostureña que
logró la libertad y lucho por ella. acompañando al Libertador hasta el Potosí.
Cuando
me tocó redactar por pedimento de la municipalidad la ordenanza de la Orden Ciudad de Angostura que
se otorga cada año el 19 de abril, la conforme en tres menciones: Juan Bautista Dalla Costa
Soublette, Tomás de Heres y Ascensión Farreras.
De todas maneras, esto no obsta para que se cumpla cabalmente la
decisión de recuperar la Plaza Farreras,
si no como era originalmente en forma de abanico con fuente y palmeras, al
menos semejante a una plaza del estilo y característica prevalecientes a
comienzos del siglo veinte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario