El Instituto de Cooperación iberoamericano,
conjuntamente con la
Gobernación del Estado, hizo posible la reestructuración de la Plaza Miranda dentro del
conjunto de proyectos elaborados en función de la revitalización integral del
Casco histórico de Ciudad Bolívar.
La Plaza Miranda corona la colina
El Vigía, contigua al Polvorín Santa Bárbara construido por el ingeniero militar Agustín Kramer bajo la administración de
Centurión. Al principio era un pedregal,
una zona abrupta reservada para una plaza del Cuartel Nacional que al final
recibió el nombre de Plaza Miranda, pero no fue sino hasta 1898,
específicamente el 24 de octubre, que el Presidente del
Estado, General Ernesto García decidió ornamentarla y erigirle algunos bronces
donde no estaba extrañamente el del Generalísimo.
El
Decreto del gobernante disponía: “Procédase a la formación de un jardín en la Plaza Miranda. En cada uno de los ángulos sendos bustos de
bronce de los próceres Manuel Cedeño,
Cornelio Antonio Muñoz, José Tomás Machado y Ascensión Farreras. Se suponía que el centro de la plaza quedaba
reservado para una estatua de Miranda aún cuando dicho decreto nada decía al
respecto. Lo cierto es que nunca ese decreto
se hizo realidad y la llamada Plaza Miranda continuaba siendo un espacio sin
los atributos propios de una plaza.
En
1901, el caraqueño Julio Sarría Hurtado, designado Presidente del Estado por Cipriano Castro, resolvió erigir en la Plaza Miranda, en
vez de una estatua del Generalísimo, una
del prócer civil guayanés Juan Bautista Dalla Costa Soublette que con
antelación había sido realizada en Italia
El busto se develó el 5 de julio de ese año y tocó a Don Hilario Machado pronunciar el discurso de orden
exaltando la personalidad y obra progresista de Juan Bautista Dalla Costa
Soublette.
El
7 de julio de 1913, el doctor Luis Godoy, Presidente del Estado, halló no
congruente que la plaza Miranda estuviese presidida por el busto da Dalla Costa y en consecuencia
procedió a enderezar el entuerto con el
siguiente decretó “Artículo 1º. En la Capital del Estado, en el
terreno adyacente por el oeste al Cuartel Nacional y donde se levanta el busto
del esclarecido guayanés Juan Bautista Dalla Costa, se construirá una Plaza,
debidamente ornamentada, que llevará el nombre de “Plaza Dalla Costa”, pero los
citadinos bolivarenses, por fuerza de una costumbre que se hizo arraigadamente
tradicional, siguió llamándola “Plaza Miranda”.
Para
ser leal y más legítima esa tradición bolivarense, en 1986 el busto de Dalla Costa
fue reubicado en el patio de la
Casa de los gobernadores de la colonia que había sido
restaurada y adecuada para las exigencias del actual Palacio de Gobierno y en
la peana de la Plaza
Miranda, la Logia Asilo
de la Paz erigió
el busto de Miranda en memoria de quien había fundado en Londres la logia “Gran Reunión Americana”.
Vale
decir que el Gobierno Regional de la época perezjimenista, había mandado a modelar
una estatua pedestre de Francisco de Miranda para la plaza. Esta estatua hasta pensar una mejor
reubicación del busto de Dalla Costa, permaneció en el depósito llamada “La Granja” de la gobernación
del Estado hasta 1968, cuando el Gobernador Luis Raúl Vásquez Zamora aceptó una
solicitud de la base de Palo Negro en Maracay y la donó sin autorización de la Asamblea Legislativa. Así lo estableció la Policía Técnica Judicial a
cargo del comisario Cirilo Perdomo en
mayo de 1974 luego de una investigación ordenada por el Gobernador Roberto
Arreaza Contasti tras una denuncia hecha por el corresponsal de El Nacional.
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